Preguntas frecuentes - firma electrónica en Ecuador

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La firma electrónica es una herramienta clave para modernizar y agilizar los procesos legales y contractuales. Sin embargo, entendemos que aún pueden surgir dudas sobre su uso, validez y seguridad. Aquí despejamos todas tus inquietudes para que puedas aprovechar al máximo esta herramienta.

El certificado de firma electrónica es válido por 1, 2 o 3 años, dependiendo de con qué periodo fue emitido.

Durante ese período, puedes usar la firma sin problemas. Una vez que la firma está en un documento, esta no caduca. La validez de la firma dependerá del tiempo de vigencia del documento donde se colocó.

En Ecuador, existen varias entidades autorizadas que se encargan de emitir certificados para garantizar que tus documentos digitales sean seguros y reconocidos legalmente. Estas organizaciones cumplen con los estándares necesarios para asegurar la validez y autenticidad de las transacciones electrónicas. A continuación, te presentamos las principales entidades de certificación en el país:

● Banco Central del Ecuador

● Consejo de la Judicatura

● ANFAC (Autoridad de Certificación del Ecuador)

● Security Data

Actualmente, para que un certificado de firma electrónica sea válido en Ecuador, debe ser aprobado por una de las entidades certificadoras acreditadas en el país. Es crucial asegurarse de que la firma sea genuina y esté correctamente verificada. Para simplificar este proceso, el Gobierno Nacional ha habilitado el sitio web www.firmadigital.gob.ec, donde puedes utilizar una herramienta que facilita la firma y validación de documentos electrónicos, garantizando su autenticidad y validez.

El certificado de firma electrónica incluye detalles importantes, como el nombre del firmante, que ayudan a validar y autenticar los documentos digitales. Para que un certificado sea verdaderamente fiable y seguro, debe cumplir con algunos principios básicos que garantizan su efectividad y son:

  • Identidad: La firma debe ser única y exclusivamente asociada al firmante, asegurando que “soy yo quien firma”.
  • Seguridad: La forma en que se crea y verifica la firma debe ser confiable y segura, para que no pueda ser alterada, similar a cómo se firma con tinta en un documento físico.
  • Autenticidad: La firma debe permitir confirmar sin duda la identidad del firmante mediante herramientas técnicas aprobadas por la ley, garantizando que “quien firma es realmente quien dice ser”.
  • No repudio: Los datos usados para la firma deben estar bajo el control total del firmante, asegurando que solo él pueda gestionar y usar su firma.

Sí, es posible solicitar una póliza que utilice firma electrónica o física, según tus necesidades. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no se pueden combinar ambos métodos en un mismo documento. Es decir, si eliges usar una firma electrónica, no podrás añadir una firma física en el mismo documento, y viceversa. Esta norma asegura que cada documento mantenga una única forma de validación, evitando confusiones y garantizando la integridad del proceso de firma. Por lo tanto, deberás decidir previamente qué tipo de firma utilizarás para todo el trámite. Esta flexibilidad permite adaptar los procesos a las preferencias o requerimientos específicos, ya sea que optes por la comodidad y rapidez de la firma electrónica o por el tradicional método de firma física.

Aunque no existe una tecnología completamente infalible, la firma electrónica ofrece una alta seguridad contra falsificaciones gracias a varios mecanismos avanzados.

Primero, el proceso de emisión de una firma electrónica está supervisado por entidades acreditadas en el país, que verifican la identidad del firmante antes de emitir el certificado. Este paso es crucial para asegurar que la firma electrónica esté vinculada a la persona correcta.

Además, cada certificado de firma está protegido por una clave criptográfica, lo que añade una capa extra de seguridad. Esta clave asegura que solo el titular del certificado pueda usarlo.

Una vez que la firma electrónica se aplica a un documento, cualquier intento de modificar el contenido del documento o alterar la firma se registra automáticamente. Esto hace que sea extremadamente difícil falsificar una firma electrónica o modificar el documento sin dejar evidencia. Estos procesos combinados minimizan significativamente el riesgo de falsificación, ofreciendo una solución segura y confiable para la autenticación de documentos digitales.

Para obtener un certificado de firma electrónica, los requisitos suelen ser bastante similares entre los distintos emisores acreditados. Generalmente, necesitarás presentar los siguientes documentos y cumplir con ciertos pasos:

  1. Copia de la cédula de identidad: Para verificar tu identidad.
  2. Certificado de votación: Que confirma tu registro en el padrón electoral.
  3. Planilla de servicios básicos: Para demostrar tu dirección actual.
  4. Copia del nombramiento: En el caso de solicitar el certificado como representante de una empresa, deberás presentar documentación que acredite tu cargo.

Además, deberás especificar el uso que se le dará al certificado y elegir si lo prefieres en formato de archivo digital o en un token USB. Finalmente, se debe pagar el costo de emisión, el cual varía según el período de validez del certificado que solicites. Este proceso asegura que el certificado se emita de manera segura y adecuada a tus necesidades.

La seguridad de las firmas electrónicas es fundamental para garantizar la autenticidad de los documentos digitales, y diversas tecnologías ayudan a prevenir su adulteración.

En primer lugar, se utilizan claves criptográficas tanto privadas como públicas. La clave privada asegura que solo el titular pueda firmar documentos, mientras que la clave pública permite verificar la autenticidad de la firma.

Además, las tecnologías de cifrado protegen el certificado de firma en sí, asegurando que la información esté segura contra accesos no autorizados.

Los documentos electrónicos también cuentan con mecanismos de protección contra cambios: cualquier alteración no autorizada invalida automáticamente el documento, alertando sobre posibles fraudes.

Finalmente, algunos sistemas incorporan códigos QR que contienen información adicional sobre los firmantes, facilitando la verificación rápida y precisa de los datos. Estos soportes tecnológicos trabajan juntos para mantener la integridad y seguridad de las firmas electrónicas en todo momento.

El consentimiento para utilizar una firma electrónica se registra a través de un proceso digital sencillo y seguro. Para comenzar, debes acceder a la página web oficial www.confianza.com.ec. En este sitio, encontrarás un formulario donde podrás expresar tu consentimiento para el uso de firmas electrónicas en tus documentos.

Este proceso de registro es esencial para asegurar que cada firma electrónica esté debidamente autorizada y vinculada al firmante. Una vez que completes el formulario, tu consentimiento debe ser aprobado por las autoridades correspondientes del sistema.

Esta aprobación garantiza que tu firma electrónica sea válida y reconocida, cumpliendo con los requisitos legales y técnicos necesarios.

En la era digital, es común preguntarse si es necesario recibir una póliza física además de la electrónica.

La respuesta es no; una póliza firmada electrónicamente es completamente válida por sí sola. De acuerdo con el artículo 14 de la Ley de Comercio Electrónico, Firmas y Mensajes de Datos, una firma electrónica tiene la misma validez y efectos jurídicos que una firma manuscrita. 

Esto significa que al recibir una póliza firmada electrónicamente, tienes un documento con plena validez legal, eliminando la necesidad de recibir una versión física adicional. Esta práctica no solo simplifica el proceso y mejora la eficiencia, sino que también contribuye a la reducción del uso de papel en la gestión de documentos. Por lo tanto, puedes estar seguro de que la póliza electrónica cumple con todos los requisitos legales necesarios.

En Seguros Confianza, el uso de la firma electrónica se implementará de manera permanente, pero también ofreceremos ambas opciones para adaptarnos a las preferencias de nuestros clientes. En la actualidad, tanto la firma electrónica como la firma física son válidas y aceptables para la firma de pólizas. Esto se hace para brindar flexibilidad y transparencia, permitiendo a los clientes elegir el método que mejor se ajuste a sus necesidades y conveniencia.

Sin embargo, entendemos que algunos clientes pueden preferir la firma física por razones de familiaridad o por requisitos específicos. 

Por eso, mantendremos la opción de firmar documentos en papel para aquellos que lo prefieran.

Uno de los principios clave de los certificados de firma electrónica acreditada es el principio de no repudio. Este principio asegura que el firmante no puede negar en el futuro haber realizado una transacción firmada digitalmente. Esto se debe a que solo el titular posee el certificado digital y la clave privada utilizados para generar la firma. Además, este certificado está protegido por una clave de seguridad que impide el acceso no autorizado. De esta manera, se garantiza que la firma digital es única y vinculada exclusivamente al firmante, brindando una capa adicional de seguridad y certeza sobre la autoría de la transacción. Este principio es fundamental para la integridad y validez de las firmas electrónicas en el ámbito legal y comercial.

Con el fin de constituir un documento firmado por todos sus participantes de forma electrónica, todos deberían poseer firmas electrónicas.

Es posible imprimir (materializar) el documento firmado electrónicamente, esto con el fin de facilitar acceso tradicional al contenido del mismo. Sin embargo, se aconseja su distribución a través de medios electrónicos de forma preferente.

Sí, tienes el derecho de escoger cuáles documentos físicos deseas recibir, incluso si la mayoría de los documentos se gestionan electrónicamente. Aunque las firmas electrónicas ofrecen la misma validez legal que las firmas físicas, algunos clientes pueden preferir tener ciertos documentos en formato impreso por razones de comodidad o para mantener un archivo físico. Si prefieres recibir copias físicas de documentos específicos, como pólizas o contratos importantes, puedes solicitarlo. Esto te permitirá tener una versión impresa a mano, complementando las versiones electrónicas que recibes.

Sí, tiene la posibilidad de recibir una copia impresa. Se aconseja hacer uso del medio electrónico, ya que el documento firmado siempre estará disponible para acceso y revisión.

El proceso de incorporación es fundamental para comenzar a utilizar la firma electrónica en Seguros Confianza S.A. Este proceso inicia con el registro del consentimiento del solicitante en la página web www.confianza.com.ec. Al completar este registro, el solicitante acepta el uso de medios electrónicos y se le informan claramente sus derechos y obligaciones asociados con la firma electrónica. Este consentimiento es el primer documento formal que se firma entre el solicitante y Seguros Confianza, estableciendo una relación legal y operativa para la gestión de documentos digitales.

Una vez que el consentimiento es aprobado por el área de suscripción de Seguros Confianza, el solicitante queda dado de alta en el sistema y puede comenzar a utilizar la firma electrónica para sus transacciones y documentos. Es importante destacar que este consentimiento no es permanente; el solicitante tiene la opción de revocar su consentimiento en cualquier momento si decide que ya no desea utilizar la firma electrónica. Este proceso asegura que todos los usuarios estén plenamente informados y comprometidos con el uso seguro y legal de los medios electrónicos en la gestión de sus documentos.

Un token de firma electrónica es un dispositivo de seguridad, similar a una tarjeta o un dispositivo USB, que se utiliza para autenticar tu identidad al firmar documentos digitalmente. Si pierdes tu token, aquí tienes los pasos a seguir para resolver la situación:

  1. Contacta al Emisor: Debes comunicarte con el emisor del token, que es la entidad acreditada que te lo proporcionó. Esta puede ser una empresa especializada en servicios de certificación digital o una entidad gubernamental autorizada. En tu caso, puedes buscar en la documentación que te dieron al recibir el token o en el sitio web del emisor para encontrar los datos de contacto.

  2. Solicita la Reposición: Informa sobre la pérdida del token y solicita una reposición. El emisor te proporcionará instrucciones sobre cómo proceder para obtener un nuevo token. Esta reposición generalmente incluye un proceso de verificación de identidad para asegurar que la solicitud es legítima.

  3. Costo y Procedimiento: Ten en cuenta que la reposición del token puede conllevar un costo, el cual varía según las políticas de cada emisor. Asegúrate de consultar sobre los detalles de este costo y el procedimiento para el pago.

  4. Medidas de Seguridad: Mientras esperas la reposición, revisa tus cuentas y transacciones para detectar cualquier actividad sospechosa, y cambia tus contraseñas si es necesario para proteger tus datos.